Al hablar del tomate es común pensar en la salsa de tomate, pero es más que eso. Hay una enorme variedad de tomates con características distintivas, como los tamaños, colores, formas y sabores.
En este artículo conocerás datos importantes acerca del tomate pera, ese fruto que consumes a diario y que seguramente no sabes todo lo que te puede aportar.
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¿Qué es el tomate pera?
Existe una amplia discusión sobre cómo catalogar al tomate ¿Es una fruta? ¿Una verdura quizá? Pero la verdad es que depende de a quién le preguntes.
Esta clase de tomate es tan multifacético que los expertos de distintos campos lo clasifican de diferentes maneras. Por ejemplo: el tomate tiene semillas así que bajo un enfoque científico puede ser llamado «fruto».
Indudablemente el tomate es una hortaliza, según la definición del diccionario de Oxford Languages porque es una planta comestible como la cebolla cultivada en huertos. Pero, ¿El tomate es una verdura también? Considerando las definiciones, no es una verdura.
Según la botánica el tomate es una baya también por tener una corteza llamada exocarpio, una pulpa carnosa denominada mesocarpio y la pulpa que tiene las semillas conocidas como endocarpio.
Entonces el tomate pera es: una baya botánicamente y un fruto biológica y científicamente.
Origen del tomate pera
El tomate de la pera es resultado de una alteración genética, por lo que es una variante del tomate. Se cree que esto sucedió hace más de 65 millones de años cuando un meteorito se estrelló en la península de Yucatán, en México, culminando con la etapa de los Dinosaurios.
Sin embargo, el tomate salió triunfante y según 300 científicos argentinos en el año 2012 lograron determinar el genoma del tomate; la variedad genética de esta planta que le permitió sobrevivir, adaptándose a las nuevas condiciones ambientales.
El tomate dispone de 35.000 genes y tiene 7.000 más que los seres humanos, producto de las mutaciones que con el tiempo le afectaron. Con tantos genes pudo adaptarse a los diferentes entornos en los que se vio plantado y originó los distintos tipos de tomate existentes.
Aunque los usos iniciales del tomate pera como planta fueron ornamentales no transcurrieron más de 3 siglos antes de ser cultivado con los objetivos alimenticios.
El tomate está documentado desde el siglo XVI, siendo introducido a España con los viajes de Colón. Se presume que llegó primero a Sevilla, donde los comercializaban con Italia.
En el siglo XVIII los registros hallados en Europa relatan que los ingleses lo usaban para dar sabor en caldos y sopas. Con el pasar del tiempo, fue exportado, alcanzando suelos norteamericanos.
No es hasta 1808 que se manifiesta la variedad del tomate amarillo en países como Gran Bretaña, Italia y Francia para quedarse en su menú.
Tomate pera ecológico
Este tipo de tomate es cosechado desde comienzos de la primavera hasta principios de otoño. Su sabor dulce y fuerte aroma lo hace ideal para realizar ensaladas o conservas. No tiene muchas semillas y es carnoso.
Propiedades del tomate pera
El valor energético del tomate pera es bajo, porque tiene escasas calorías y bastante agua. Con azúcares simples, que endulzan su sabor un poco más que otros frutos y los ácidos orgánicos la hacen tan apetitosa y digerible.
Las propiedades nutricionales están en la presencia de minerales como potasio, fósforo, hierro y magnesio. El ácido fólico, la fibra, las vitaminas, A, B1, B6, C y E. Sin contar los carotenos, licopenos, fitoesteroles, zeaxantinas y luteína que ayudan como antioxidantes.
Los fitoesteroles disminuyen los niveles de colesterol sanguíneo porque inhiben al intestino de absorber las grasas. Mientras que el licopeno es un compuesto que al igual que los carotenoides, son antioxidantes. Por otro lado, la luteína y zeaxantina previene las cataratas ayudando a la salud visual.
Es importante destacar el aporte de la conocida «tomatina» que con sus características antibacterianas, antiinflamatorias y antimicóticas ayuda al cuerpo por igual. Por lo que no sientas temor de consumir este poderoso fruto que aportará salud y vigor a tu cuerpo.
5 Beneficios del tomate pera
Como se ha comentado, esta variedad de tomate es una fuente de minerales, de la provitamina A conocida como beta-caroteno y de las vitaminas A, B1, B6, C y E que aportan beneficios para el cuerpo humano como:
Antioxidante
Es antioxidante, aumentando el proceso de creación de colágenos y glóbulos rojos.
Depurativo
Debido a su composición con un gran contenido de potasio y reduce el colesterol en la sangre, ayuda a expulsar cálculos renales, evita la retención de líquidos y expulsa las toxinas del cuerpo. También evita el riesgo de contraer diabetes.
Regula la actividad intestinal
Ayudan a la absorción del hierro reforzando el sistema inmune. Y con su alta concentración de fibra y agua, evita el estreñimiento.
Regenerativo
Contribuye a la conservación de las mucosas, la piel, la visión y el cabello, previene las enfermedades cardiovasculares, ceguera, sordera y batalla contra las infecciones. Además, ayuda con formación de dientes y huesos, previniendo el envejecimiento prematuro.
Anticancerígeno
Tiene un efecto protector en los riñones, pulmones, próstata, intestinos y estómago ante la aparición del cáncer.
Preguntas frecuentes
¿Cuántas calorías tiene el tomate pera?
Por cada 100 gramos de tomate pera tendrás un valor nutricional de:
- 18 calorías (75 kJ)
- 3,9 gramos de carbohidratos
- 0,9 gramos proteínas
- 0,2 gramos de grasas,
- 15 microgramos de folatos
- 833 IU de vitamina A,
- 7,9 microgramos de vitamina K
- 12,7 miligramos de vitamina C
- 0,3 miligramos de Hierro
- 237 miligramos de potasio,
- 11 miligramos de magnesio.
Entonces el tomate tiene un 18% de calorías lo que lo hace tan atractivo para esos platos bajos en grasas y calorías. Ideal para quienes desean adelgazar o comer menos calorías.
Para un mejor aprovechamiento de las propiedades nutritivas de este tipo de tomate, es recomendable que sea ingerido acompañado de aceite de oliva, ya sea troceado, en purés, en salsas, triturado, o cocinado. Los mejores son los tomates maduros; debido a que mejora la absorción del licopeno, triplicando su efecto.
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